Una de las lesiones más frecuentes en la cavidad oral es una úlcera bucal. Si bien las llagas en la boca pueden ser molestas, incómodas y antiestéticas, a menudo son inofensivas y se resolverán en pocos días sin requerir ningún tratamiento médico. Sin embargo, cuando estas lesiones no mejoran después de un par de semanas, se repiten con frecuencia o si comienzan a aparecer nuevos síntomas, es importante que el dentista o otro profesional médico calificado realice una evaluación más exhaustiva.
Aunque a menudo es el resultado de una lesión real, como morder la mejilla o la irritación de un alambre de ortodoncia, una úlcera bucal también puede ser causada por ciertas drogas, sensibilidad química, enfermedades o como un efecto secundario de un tratamiento médico como la quimioterapia. Una úlcera bucal que también se conoce como úlcera aftosa, incluso puede desencadenarse por estrés y ansiedad o por cambios hormonales.
Según las estadísticas, hasta 1 de cada 5 personas tienen úlceras recurrentes en la boca. Hay varias condiciones de salud subyacentes que pueden conducir al desarrollo de úlceras bucales que incluyen las siguientes:
Es importante tener en cuenta que ocasionalmente, una úlcera bucal duradera puede ser un signo de cáncer oral. Se puede recomendar una biopsia o muestra de tejido cuando hay lesiones sospechosas en la cavidad oral. La detección temprana y el tratamiento son las mejores formas de garantizar el resultado más favorable.
Dado que una úlcera bucal implica la pérdida o erosión de una sección del delicado tejido que recubre la cavidad oral, puede hacer que los simples actos de comer, beber o incluso hablar sean bastante incómodos. El tratamiento de la causa subyacente (si es que hay uno) y el manejo de los síntomas es la mejor manera de reducir el riesgo de complicaciones hasta que se produzca la curación. Para aliviar la incomodidad de las úlceras bucales y promover la cicatrización, es útil reducir o eliminar cualquier fuente de irritación continua y evitar los alimentos picantes y calientes, tomar muchos líquidos, usar enjuagues o medicamentos según lo recomendado por un dentista o médico, así como cepillarse y use hilo dental con la mayor suavidad posible para mantener la boca limpia.
